NOTICIAS DE AYER



Nos llevó varios días ponernos de acuerdo en qué y cómo encarar esta nota y tratar de analizar la situación. Se dijo mucho. No queríamos dejarnos llevar por la ansiedad de la noticia rápida, ni caer en lugares comunes, cosa que, anticipamos, seguramente hemos hecho.

Intentamos construir otro tipo de análisis para entender qué sujetos construyen los medios actuales, qué papel juegan (que es triste, lo sabemos), y dejar señalado qué intereses (y de quienes) defienden.

El show del Indio Solari del sábado pasado, donde 300.000 personas festejaban una misa más, se convirtió en tragedia al conocerse  la muerte de dos personas.

Nos toca de cerca por dos motivos. Como grupo, por la afinidad a su música, pero además por nuestra motivación personal, porque nos mueve la curiosidad de los discursos periodísticos hegemónicos, de cómo se manipula la información, y de cómo tanta gente la compra. Y porque además, intentamos proponer una mirada diferente, alternativa, más plural, más democrática, más honesta, a esos discursos.

Estamos comprometidos con ello, dispuestos a seguir caminando para des-cubrir
ese tesoro que no ves.
Después de todo, ¿para qué sirve la utopía?

VIOLENCIA ES MENTIR

Partimos desde Telam, la agencia de noticias de la Argentina, que por no tener presupuesto no envío periodistas a cubrir el recital que sabíamos que marcaría un antes y un después en la historia del Rock Nacional; así fue que un “cable” (más concretamente una fuente de twiter) lanzó la cifra de siete muertos y sin chequearlo  Telam lo repitió.

El resto de los medios, se hicieron rápido eco, y en cuestión de segundos, los muertos oscilaban entre 7, 10, 20… dependiendo de cuán morboso fuera el periodista que lo contara. Después tuvieron que disculparse pero ya era tarde. Anunciaban una catástrofe, alarmaron a cada uno de los que prendía la “caja boba” (algunos de nosotros incluidos) desinformando.

De este lado de la pantalla, nos generaron miedo,  a familiares y amigos que estábamos a kilómetros de distancia de nuestros seres queridos.

Del otro lado, ellos estaban disfrutando de un nuevo recital del ex Redondito de Ricota, entre risas, comida, algo de beber, mientras “otros” contaban su historia por ellos.
Compartían una experiencia colectiva maravillosa e inigualable.
Comenzaron la peregrinación hacia su horizonte, que era la misa.
De testigo, miles de almas, y la luna, redonda, como ellos.

***

Volvamos al discurso del miedo, que no es nuevo. Lo hemos visto en los últimos años en el terreno político, (de cómo se disfrazan de corderos, siendo lobos desalmados. Con perdón de los lobos). 

Los zócalos en las pantallas de los televisores: muertes, drogas, avalanchas, malones, barbarie.
(Estimado lector, haga el intento de escuchar esas noticias descontextualizadas, y verá que parecía poco menos que Irak).

De Telam para abajo se oyeron cosas de todo tipo, muertos que aumentaban, internados, y personas perdidas.
Periodistas de todos los calibres, “chimenteros”, médicos “especialistas” en parkinson, todos opinando en un show mediático sin escrúpulos. 

El periodismo está en decadencia y ¿nosotros dependemos de ellos?

La mayoría de los que estuvieron (estuvimos) presente en el recital, se enteraron de lo sucedido durante la vuelta, luego de casi 10 horas, cuando lograron tener señal. Encendieron sus celulares y los portales de internet decían, “siete muertos y cientos de heridos a causa de una avalancha en el show del Indio Solari”- según la agencia Telám. Otros portales titulaban, “saqueos y disturbios en la ciudad de Olavarría”- Infobae.
Pero !gracias a dios¡ uno no cree en lo que oye.

Quién asistió a algún recital de “Los Redondos” o del Indio sabe cuáles son los pasos a seguir. Sus admiradores esperan sus presentaciones por meses, el que puede compra su entrada, así sea peso por peso, y el que no, sabe que de todas formas podrá verlo.

No todo fue tragedia. No todo es droga y alcohol, (que las hay, las hay, y no es nada nuevo). Pero también hay asado entre amigos de la infancia, de familias enteras, también hay padres que llevan a sus hijos, nietos, sobrinos, generaciones que su juntan para asistir a un evento que atraviesa todas las clases sociales. 

Quién tuvo la posibilidad de asistir a alguno de éstos rituales, estará de acuerdo con esta imagen: grandes grupos de personas saltando alrededor de los parlantes montados en las calles, cantando las canciones con la emoción que merecen sus letras, sintiéndose identificados, algunos con lágrimas en los ojos y abrazados. 

Recordará los acampes a la espera de esa voz, que por fin anuncie: “con ustedes, los fundamentalistas del aire acondicionado”, (que es como empieza la presentación del Indio Solari), invitándolos a una fiesta que jamás van a olvidar. 

***

Durante esta última semana nos bombardearon con “in formación” como si fuera una novedad. La novedad fueron los dos jóvenes muertos, pero esto también pasará “como tanta otra tristeza a la que te acostumbras”, porque los medios juegan a construir las noticias a favor de los intereses de los poderosos.

¿Tuvimos que esperar dos muertes para investigar la seguridad? ¿Se pudo haber evitado? - La prevención se hace antes. Hoy se hacen los análisis.

Desde el recital de Los Redondos, en 1991, con la muerte de Walter Bulacio en manos de la policía, el público y su “dios” crearon un pacto de solidaridad y respeto: ausencia de fuerzas policiales.

Si nadie hubiera muerto, hoy estaríamos hablando del multitudinario recital, nadie perdería el tiempo en averiguar cómo la desidia del estado y los intereses empresariales juegan con nuestras vidas.
Hubo decisiones mal tomadas, un “embudo” a la salida, se tapearon ingresos, vallaron calles, hubo pocas ambulancias y asistencia,  hasta venta de alcohol muy barata.
Pero no creemos (o no queremos hacerlo) que ninguna de ellas haya pasado por el artista...(también empresario y productor de sus propios discos).

Hoy estamos hablando del último recital del Indio (porque cabe la posibilidad de que así sea), sabiendo la cantidad de gente que acudiría, teniendo como parámetro sus anteriores presentaciones y sobre todo, dentro de un marco político en crisis y con un comunicado que lanzó Solari días antes, pidiendo a los concurrentes que se cuiden entre todos, ya que “poderosa gente de mierda” se regodearía si algo pasara.

Acusan al Indio Solari de la tragedia, sin hacer mención a la responsabilidad que tiene el municipio, al intendente de Olavarria Ezequiel Galli, representante de Cambiemos.
El blindaje mediático queda en evidencia, una vez más.

Sin dudas, la parte más triste de la historia, es que dos personas no volvieron a sus casas y dejaron su vida en el predio La colmena. Lamentamos profundamente lo de estos pibes, lo de sus familias. No existen tragedias peores o menos graves. La muerte de un ser humano es lo único que no tiene remedio.

Hubiéramos deseado que quienes hoy apuntan con el dedo, hablaran antes, nos cuidaran antes, sabiendo que la ausencia del estado existe desde el momento en que hay personas viviendo en las calles (entre otras esferas en las que se siente la inexistencia de quienes nos gobiernan).
Hay intereses ocultos, hay personas a quienes les convenía que esto pasara.

Hoy, muy enojados con la música, nuestros gobernantes, que siguen aún conmocionados por lo que pasó en este recital, siguen usándolo para no discutir cuestiones de interés nacional como el todavía vigente paro docente, los tarifazos en alza, la vuelta del futbol a manos privadas, etc.

Desde acá, les decimos que la música no mata, lo hace el estado dándole la espalda a los más débiles, y demonizando  a un ídolo popular.
La música no mata, nos mata la indiferencia del estado, nos matan sus políticas de exclusión y hambre.



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El equipo de Periodismo DESDE OTRO LADO.

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