LO QUE NOS DEJÓ LA MOVILIZACIÓN DEL 7M
La convocatoria de la Confederación General del Trabajo, que se llevó a cabo el martes pasado, finalizó con una incalculable cifra de trabajadores en las calles quienes echaron del palco central a los supuestos “representantes sindicales”.
¿Alguno creyó que la CGT despertó de un largo letardo?
La realidad es que el llamado a movilizarse, por la actual crisis que atraviesan los trabajadores de las distintas áreas, viene de la mano de las terribles medidas económica adoptadas por el gobierno, junto con el descontento social y la multitudinaria marcha de los docentes.
La burocracia sindical no podía seguir escapando y convocó a marchar hacia la avenida Julio Roca, dónde concluiría con los dirigentes como oradores.
Una gran parte de la masa obrera asistió con convicción, ya que fue la primer medida de fuerza que tomaron los sindicatos ante el atropello macrista, pero no podemos perder de vista que estos gremios burócratas, y para nada combativos, “apretaron” a más de un afiliado para que asistiera, sin explicarles a sus representados la importancia de manifestarse como un Derecho del trabajador (de más está decir que en muchos casos ni siquiera existen asambleas).
De todas formas, quienes tienen conciencia de clase, sabían que no podían faltar a la cita del 7 de marzo.
La sorpresa se la llevaron “los gordos”, quienes a pesar de convocar a una movilización que no finalizó en Plaza de Mayo como ícono del pueblo, y adelantaron la oratoria una hora de lo previsto, tuvieron que salir custodiados y a los empujones por no poner una fecha al paro nacional tan deseado.
Lo sucedido nos demuestra que ellos tiene que acatar lo que el pueblo les pide, porque son los trabajadores quienes deciden.
Apostamos a un sindicalismo de base que represente a la masa popular y no a sus propios intereses.
por Daniela Cabral.
Periodismo DESDE OTRO LADO.
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